Cruz Alicante

En Aspe se conservan dos cruces de término, en origen situadas en el extrarradio de esta villa, colindando con tierras de labor y en las salidas de los caminos que se dirigían a las dos poblaciones más importantes del sur valenciano: Alicante y Orihuela. Ambas cruces en la actualidad y fruto de la expansión urbanística se encuentran integradas en el entramado urbano de esta población.

Las cruces de término, además de ser elementos ordenadores del territorio, siendo referencia fundamental para identificar lugares, son símbolos de la fe cristiana de la población a la que se llegaba. Su ubicación responde a la necesidad de protección para transitar por los caminos, puesto que hasta el siglo XIX fueron muy inseguros, y por ello, estas cruces se convirtieron en un punto de agradecimiento del trayecto realizado sin contratiempos o de petición de amparo de los que lo iban a iniciar.

Muchas de estas cruces, también fueron marco de rogativas y ceremonias dentro del ciclo litúrgico, como esta cruz de término situada en el camino de Alicante, donde a primeros de mayo, y dentro de la celebración de la Fiesta de la calle la Cruz, se procede a la bendición de los cuatro vientos.

La calle La Cruz se configuró con el crecimiento urbano posterior a la ubicación de esta cruz de término, iniciándose su trazado en este templete que le da nombre. Durante los días de fiesta toda la calle se decora con arcos de flores y alfombras de juncos, siendo una fiesta muy antigua y participativa.

Existen diversas referencias documentales que indican la existencia de esta Cruz en el siglo XVIII, una de ellas la que encontramos en el testamento de Sebastián Martínez, con fecha 3 de julio de 1730, al asignar a su hija Josefa María “2 bancales de tierra con 6 oliveras junto a la Cruz del Camino de Alicante”. Posteriormente, en 1956 se construyó el actual templete.