Cruz de Orihuela

Las cruces de término localizadas en Aspe estaban situadas a las afueras de la villa, en las salidas de los caminos que se dirigían a las dos poblaciones más importantes del sur valenciano: Alicante y Orihuela. Con el paso del tiempo, el desarrollo urbanístico las integraría en el entramado urbano de la población.

Su ubicación responde a la necesidad de protección para transitar por los caminos, puesto que hasta el siglo XIX fueron muy inseguros, y por ello, las cruces se convirtieron en un punto de agradecimiento del trayecto realizado sin contratiempos o el de petición de amparo para los que lo iban a iniciar.

En opinión de algunos historiadores estas cruces se instalaron durante la conquista para indicar que un pueblo ya era cristiano. En el caso de Aspe, las primeras referencias documentales las sitúan en la primera mitad del siglo XVIII.

En la actualidad el crecimiento urbano la ha integrado en la población, encontrándose en la intersección de las siguientes calles: Rubén Darío, Pizarro, Castelar, Gabriel Miró, Avenida de Elche, Avenida de Orihuela y Avenida Tres de Agosto. La importancia de este recurso patrimonial radica en su relación directa con el culto a la Virgen de las Nieves, dado que sirve de púlpito y antesala a su entrada en la villa de Aspe, puesto que todos los 3 de agosto de los años pares se recibe a la patrona de Aspe, Ntra. Sra. la Virgen de las Nieves. El día de la Traída desde Hondón de las Nieves primero se acoge en la “Casica de la Virgen”, para desde allí ser trasladada hacia esta cruz donde es recibida por la corporación municipal, clero, comisión de fiestas y damas de honor, entonándose la salve “Los Tres Amores” y lanzándose una alborada en su honor, para a continuación iniciarse la procesión en dirección a la Basílica Ntra. Sra. del Socorro.