SENDERO DE UPANEL

TIEMPO

2h. 40 min.

TIPO DE RUTA

Senderismo

DIFICULTAD

Baja

DISTANCIA

11315 metros

El punto de partida del sendero se encuentra en el parque de Vistahermosa, desde donde el ascenso por la calle Cantal de Eraes permite alcanzar la pinada del Cantal de Eraes. Un camino de tierra, que gira a la derecha y bordea la canalización de prevención de riadas, permite alcanzar el cruce por donde se continúa por el camino de Upanel. Para ello, en dicho cruce, basta con tomar el camino de la izquierda, con la precaución de no utilizar el camino de acceso a las instalaciones del depósito municipal de agua potable que existen en la colina.

El paraje de Upanel presenta enorme interés geológico y paisajístico, los tonos rojizos del terreno vienen de la predominancia de las arcillas, junto con las margas y los yesos. Estos materiales, fácilmente erosionables por las lluvias torrenciales, generan cárcavas y una compleja red de barrancos. Se pueden observar antiguas canteras de extracción de arcillas, utilizadas en las tradicionales tejeras para fabricar materiales de construcción, que fueron muy importantes en la economía local. Siguiendo por el mismo camino de Upanel se alcanzan las ruinas de la Casa de Upanel, explotación agropecuaria con actividad hasta mitad del siglo XX.

A continuación, se llega hasta un vial asfaltado, que une el polígono industrial Tres Hermanas con el vertedero municipal clausurado. El recorrido circunda este vertedero por la derecha, alcanzando el camino de la Casa de la Monfortera, en el paraje de Los Barrancos, donde el agua sigue siendo protagonista en el modelado de los materiales arcillosos. El itinerario deja a la derecha la Sierra Negra, con una cantera de extracción de calizas. El recorrido alcanza la casa de la Monfortera, otra casa de labor en ruinas de principios del siglo pasado.

El itinerario pasa por debajo de las vías ferroviarias del AVE y, tras una ligera ascensión, alcanza el puente de los Cuatro Ojos. Luego se baja hasta la desembocadura del barranco de los Cinco Ojos. Cabe recordar en este punto que, en periodos de lluvias, no se debe transitar por el cauce de ramblas y barrancos. La vuelta a la ciudad es una larga subida por el camino de Peremina, donde se observa el puente de los Cinco Ojos, otro de los acueductos de la conducción de agua potable de Aspe a Elche (s. XVIII). Un tramo de hormigón de considerable pendiente salva las vías del AVE, desde donde el camino sigue para confluir con el PR-CV 242, en el camino de La Temerosa, y terminar en la Ermita de la Santa Cruz, desde donde se observan unas vistas inmejorables de todo el valle medio del río Vinalopó.