PUENTE DE LOS CINCO OJOS

A finales del siglo XVIII, Elche experimentó un importante ascenso poblacional con el consiguiente aumento de demanda de agua potable que no podía atenderse solo con sus propios recursos. Surgió entonces la necesidad de abastecerse de agua de algún lugar cercano, procediéndose a la compra del agua dulce de la Fuente de Barrenas, situada en el margen izquierdo del río Tarafa, en el término municipal de Aspe.

Para la canalización del agua desde esta fuente hasta Elche se construyó una importante obra de ingeniería hidráulica de unos 15 kilómetros que atravesó el paraje de Los Barrancos, siendo esta obra impulsada y parcialmente financiada por el Obispo de la Diócesis de Orihuela, José Tormo, y dirigida por el arquitecto, natural de Aspe, José Gonzálvez de Coniedo, entre 1785 y 1789.

De las numerosas canalizaciones que integran dicha infraestructura, destaca el Puente de los Cinco Ojos, por ser el más monumental, puesto que mide algo más de 17 metros de altura y de  46 metros de longitud y por su gran valor arquitectónico.

Este puente está integrado en el espacio protegido del Paraje Natural Municipal de Los Algezares, que es atravesado por una amplia red de senderos homologados de pequeño recorrido, así como diferentes caminos y sendas que permiten disfrutar de este paraje. En concreto el Puente de los Cinco Ojos está integrado en el PR-CV 169 Sendero de Upanel.

Recientemente, en el año 2020, el Ayuntamiento de Aspe ha llevado a cabo la rehabilitación del Acueducto de los Cinco Ojos gracias a la cofinanciación al 50% por la Unión Europea a través del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para la Comunitat Valenciana (2014-2020). La citada rehabilitación respeta la naturaleza de los materiales primitivos y pretende no alterar especialmente la obra primigenia al tiempo que se refuerza estructura e imagen.