Puente el Baño

El aprovechamiento del agua del río Tarafa para uso urbano en su origen y posteriormente para fines agrícolas, ha sido clave en el desarrollo de esta villa. Las acequias del Aljau, Fauquí y El Hondo de las Fuentes se encargaban de transportar el agua desde las rafas o azudes construidos en el lecho del cauce, hasta los lavaderos, fuentes y molinos, tras cuyo aprovechamiento se canalizaba para ser reutilizada como agua para los campos de cultivo.

Este río constituía para Aspe un foso de carácter defensivo que interrumpía el paso de algunos caminos, siendo necesario la construcción de puentes que facilitaran las comunicaciones. Para ello, se edificaron el Puente del Baño, la presa-puente del Fauquí o del Hondo de las Fuentes, cuya utilidad era mixta como presa de contención para el riego y como puente, y el denominado Puente del Calvario, destinado a salvar un pequeño barranco que se abría al tomar inicio la calle Castelar u Orihuela.

El Puente del Baño, también designado en alguna ocasión como Puente de la Huerta del Aljau, es una pieza básica en las comunicaciones puesto que era una de las entradas a la población viniendo de Novelda.

Al ser el Tarafa un río rambla sujeto a fuertes crecidas de aguas, este puente ha sido derribado en varias ocasiones. Así, Montesinos en su Compendio Histórico Oriolano  recoge las anotaciones escritas por el Canónigo Soler en 1673: “Aspe… su río que regularmente está seco porque es rambla, y de bastante consideración, tiene dos puentes, uno de los cuales el más principal se lo llevó en 1653 una fuerte avenida de aguas”. Un siglo después, las sucesivas riadas entre los años 1751 y 1797 provocaron de nuevo su ruina total.