FLORA

Las características actuales de la cubierta vegetal y de su diversidad florística son el resultado de la acción de factores tanto naturales como humanos, siendo las especies más características la palmitera (Chamaerops humilis), el espino (Rhamnus lycioides), la olivardina (Osyris quadripartita), la retama (Ephedra fragilis), el lentisco (Pistacia lentiscus), las esparragueras (Asparagus albus y A. horridus), etc.

La degradación de algunas especies como el espinar ha dado paso a otras formaciones vegetales, más resistentes a la sequedad, como el espartal, comunidad dominada casi exclusivamente por el esparto (Stipa tenacissima), caracterizado por su aspecto norteafricano, de hecho, los espartales de nuestro entorno son la réplica a pequeña escala de los espartales que se localizan en las mesetas argelinas. Pero también el espartal, ha sido fuertemente degradado por la explotación del hombre dando paso al tomillar, un matorral bajo, de escasa cobertura, formado por una gran cantidad de plantas leñosas, algunas de ellas aromáticas, como el tomillo (Thymus vulgaris), el rabogato (Sideritis leucantha), el cantaueso o cantueso (Thymus moroderi), las turmeras (Helianthemum sp. Y Fumana sp.), la albaida fina (Anthyllis terniflora), etc.

En zonas como pueden ser la sierra del Rollo, la Alcaná, las umbrías de las sierras de la Madera y Orts, la mayor humedad permite la presencia del bosque de carrascas, aunque en la actualidad en su mayor parte han sido sustituidas por el coscojar o chaparral, dominado por la chaparra o coscoja (Quercus coccifera), el espino, el lentisco, el enebro y algunos otros arbustos, a veces cubiertos por pinos carrascos (Pinus halepensis). Una mayor degradación de la cubierta vegetal conduce al establecimiento del espartal caracterizada por la presencia del esparto, serrillo (Helictotrichon filifolium), o bien a la del romeral dominado por especies como el romero (Rosmarinus officinalis), la estepa (Cistus albidus), el romero macho (Cistus clusii), la albaida basta (Anthyllis cytisoides), el sepillo (Erica multiflora), etc.

En el término de Aspe existen tres áreas en las que la cubierta vegetal presenta unas características distintas, tanto por sus condiciones climáticas como a unos factores ecológicos muy precisos. Estas tres áreas se localizan en el río Vinalopó, río Tarafa y en Upanel-Barrancos (Los Algezares).

Río Vinalopó. La vegetación de este río se adapta a las peculiaridades de sus aguas, puesto que son salobres y por tanto existen muy pocas especies capaces de resistir en este medio. Por ello nos encontramos plantas carnosas cuyos tejidos les permiten absorber el exceso de sal: Sarcocornia fruticosa, Inula crithmoides, Obione portulacoides, diferentes especies de Limonium, etc. También podemos encontrar el tarai, único árbol propio de estos parajes, y el carriso (Phragmites australis), que ocupa extensas zonas del río formando espesas masas, en ocasiones, impenetrables, y a veces acompañado por diversas especies de juncos.

Río Tarafa. En este cauce, la presencia permanente de agua asegura las condiciones de humedad necesarias para el crecimiento de los olmos (Ulmus minor), chopos (Populus nigra), o álamos (Populus alba). También encontramos una vegetación arbustiva que se instala en los claros de la arboleda, formada por las zarzas (Rubus ulmifolius), en formación densa y prácticamente impenetrable en muchos ribazos del río. En zonas más próximas al lecho del río o incluso en el interior de las aguas, encontramos el juncar, integrado por el junco Holoschoenus vulgaris y el cardo Cirsium monspessulanus. En cambio, en los lugares pisoteados o pastoreados han sido sustituidas estas plantas por un césped integrado por plantas húmedas como son la grama (Cynodon dactylon), los tréboles (Trifolium fragiferum, T. repens etc.), la cincoenrama (Potentilla reptans), las hierbas pulgueras (Pulicaria adorata), la menta borde o mentastro (Mentha rotundifolia), etc. Estos herbazales aparecen en verano, desapareciendo muchas de ellas en invierno. Por último, encontramos especies que flotan en el agua, como los berros (Nasturtium officinale) y los berros bordes (Apium nodiflorum).

Upanel-Barrancos (Los Algezares). Se trata de una zona muy erosionada por el Vinalopó y una serie afluentes del mismo, al tratarse de una zona de materiales blandos, tierras arcillosas yesíferas de un color rojo con vetas azuladas o grisáceas, y que corresponden al período geológico denominado Keuper. Todo ello ha originado un paisaje de espectacular belleza, salpicado de numerosos barrancos y formas caprichosas del relieve de diversas tonalidades, y que ha condicionado la vida vegetal. Destacan los ramasos (Dorycnium pentaphyllum), la albaida fina (Anthyllis terniflora) o el cantaueso (Thymus moroderi). Aunque las plantas más interesantes desde el punto de vista botánico, son aquellas que solo aparecen en este medio tan singular, como humildes matojos: Ononis tridentata, Teucrium verticillatum o Helianthemum squamatum.